No obstante, cuanto más necia es una persona, más feliz es, según juicio de la Necedad, siempre que no se salga de aquel género de locura que a mí me es peculiar y que se halla tan extendido que yo no sé si entre todos los mortales podría encontrarse alguno que constantemente sea sensato y no esté poseído de cierta especie de locura. (Del Elogio de la locura de Erasmo)
"En lo global, el ciber-espacio diluye distancias y, por supuesto, distinciones de raza, color e idioma, para no hablar de creencias en lo que sea. Pues hay un solo dios omnipotente, omnipresente y sobrehumano: ¿es necesario nombrarlo? Pero en su nombre se mata, se convence, se renuncia, se esclaviza, se inventa y se reinventa la historia. Su poder es enorme y el culto se le rinde en absolutamente todo recinto humano: sus sacerdotes están prestos las veinticuatro horas del día por eso su manifestación ya no es cosa de una mera percepción, basta tocar un botón y su dogma se expande.
"Los niños de la generación de los sputniks, de los primeros hombres en la luna, de los asomos al infinito pues, llegaron a pensar que en el amanecer del siglo XXI toda diferencia sería borrada, toda enfermedad dominada, todo sufrimiento aniquilado. Un mundo idealizado en el que se iría a Marte en las vacaciones. Pero he aquí, que en pleno siglo de la clonación, del mapa del genoma humano al descubierto, el hambre, el dolor y las diferencias ahondadas abismalmente se pasean insolentes.
"Es una insensatez pretender que seis mil millones de personas, más incontables seres vivos que los acompañan, coexistan pacíficamente en un mundo, tan pequeño, que cabe en una pantalla".
El termina de leer en voz alta. Su boca sonríe pero sus ojos delatan dolor. Me pregunta mi opinión y bostezo, no porque no me interese lo que escribe sino porque no está en mi naturaleza juzgar. Bebe de su taza y me abraza para luego apresurarse a salir no sin antes dejarme comida. Su ropa, impecable, el cabello, peinado y cortado a la moda y la fragancia de la lavanda cubriéndole mientras se mueve grácil. Revisa papeles y avienta el portafolios en el coche, suspira me mira y se va.
Le espero sentada en la puerta y me desperezo estirándome hasta simular una caravana esperando sus brazos que me alzan. Hoy de nuevo, como cada día, mantengo mi aparente indiferencia ante la insistente avalancha de caricias y mimos; aprieto mis ojos suavemente cuando me recoge del suelo y se deleita pasando manos y cara sobre mi suave pelambre, me habla, me canta y me sirve la comida, cambia el agua de mi plato y se detiene a verme comer. Ha sonado un timbre y el no puede ocultar su agitación, se pasea inquieto por los cuartos y por fin el timbre se calla.
Su cara se transforma y los ojos parecen salir de su cara, demacrada y pálida. Hoy, otra vez, se inicia el ritual de costumbre: su mano en la cortina y los ojos moviéndose entre el cementerio y su reloj; se aparta impaciente y me besa antes de salir con la prisa y el ansia por delante. Nunca, desde la ventana, he podido verle más allá de la barda que escala para entrar al campo santo, pero siempre me divierte su poca habilidad para hacerlo porque, sin importar la infinita cantidad de veces en que trata de lograr llegar arriba, jamás se desanima en su intento. Lo veo desaparecer entre la maraña de plantas que le sirven de sostén.
Pasado un largo rato, oigo sus pasos cansados arrastrarse hasta la puerta y lo veo pasar con los ojos de nuevo en su lugar pero la mirada perdida; su cuerpo al pasar escurre tierra, sus flacos dedos me agarran mientras olisqueo lo negro en sus uñas. Siento pena por él.
El día llegó, y con él la sonrisa a su cara, se baña se afeita, me sirve comida y con un beso se aleja. Encuentro sus notas humedecidas por el llanto.
"De cuando en cuando, recuerdos de pasos andados en un plano atemporal se agazapan y arremeten inmisericordes. Como bestias hambrientas sedientas de sangre, mi sangre, se abalanzan y se prenden a mí con avidez. ¡Benditas horas de vigila en mi santuario personal! Ahora tengo que salir a la vida demencial que me espera, para entonces sí, ser devorado".
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